DOI: https://doi.org/10.23857/fipcaec.v5i5.194
La banca pública como aliada estratégica del sector productivo del país
Public Banking as a Strategic Ally of the Productive Sector of the Country
O setor bancário público como aliado estratégico do setor produtivo do país
Correspondencia: op.lopez@uta.edu.ec
* Recepción: 25/ 01/ 2020 * Aceptación: 29/02/ 2020 *Publicación: 31 /03/ 2020
I. Diploma Superior en Finanzas, Magíster en Gerencia Financiera Empresarial, Magíster en Marketing, Docente en la Universidad Técnica de Ambato, Ecuador.
II. Magíster en Administración de Empresas Mención Planeación, Economista, Docente en la Universidad Técnica de Ambato, Ecuador.
III. Magíster en Gestión Empresarial, Economista Mención en Gestión Empresarial, Docente en la Escuela Superior Politécnica de Chimborazo Extensión Norte Amazónica, Ecuador.
Resumen
El objetivo de este ensayo fue analizar la gestión de la Banca Pública como Aliada del Sector Productivo del país. Como forma de realizar este análisis se consultó fuentes bibliográficas confiables, así como documentos emanados de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), la Asociación Latinoamericana de Instituciones Financieras para el Desarrollo (ALIDE) e investigaciones recientes sobre esta área temática, con el interés de ofrecer una visión general del aporte de la Banca Pública como aliada estratégica del sector productivo. Se concluye que: el desarrollo de las naciones depende de la intervención del Estado a través de políticas públicas enfocadas en la productividad, la cual se puede realizar a través de una Banca Publica rentable y solvente, que puede ofrecer apoyo al sector productivo de tipo financiero y no financiero como fondos de crédito, asistencia técnica, apoyo tecnológico, planes de negocio, entre otros, para promover el crecimiento de estas organizaciones que son claves para el bienestar económico y social de cualquier país.
Palabras claves: Sector productivo; financiamiento; desarrollo; crecimiento.
Abstract
The objective of this essay was to analyze the management of Public Banking as an Ally of the Productive Sector of the country. As a way to carry out this analysis, reliable bibliographic sources were consulted, as well as documents emanating from the Economic Commission for Latin America and the Caribbean (ECLAC), the Inter-American Development Bank (IDB), the Latin American Association of Financial Institutions for Development (ALIDE) and recent research on this thematic area, with the interest of offering an overview of the contribution of Public Banking as a strategic ally of the productive sector. It is concluded that: the development of nations depends on the intervention of the State through public policies focused on productivity, which can be carried out through profitable and solvent Public Banking, which can offer support to the productive sector of a financial nature. and non-financial, such as credit funds, technical assistance, technological support, business plans, among others, to promote the growth of these organizations that are key to the economic and social well-being of any country.
Keywords: Productive sector; financing; development; growth.
Resumo
En el contexto económico internacional se han venido propiciando acelerados cambios producto de la globalización. Es por ello que, para el sector productivo como eje fundamental en el crecimiento económico de los países, es indispensable incrementar el rendimiento para generar un mayor bienestar, favorecer el crecimiento económico, aumentar la competitividad e integrarse en los mercados de valores globales. En tal sentido, el crecimiento de la producción depende en gran medida de la capacidad que tienen las organizaciones empresariales de ser más rentables. De este modo, financiar sus costos de producción, acceder a nuevas tecnologías y actualizar sus procesos, entre otros, constituyen los espacios en donde el sistema financiero público puede convertirse en un facilitador para alcanzar estos objetivos.
A este respecto, el acceso a financiamiento es uno de los aspectos del entorno empresarial más frecuentemente mencionados por las empresas como un obstáculo para su crecimiento y desarrollo. En relación a esto, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID: 2017), señala que “los bancos públicos de desarrollo son instituciones financieras del Estado cuyo mandato principal es fomentar el desarrollo socio-económico mediante el financiamiento de actividades, sectores o segmentos específicos.” De manera similar, Kampel y Rojze (2004) señalan dos roles de la banca pública: “contrarrestar fallas de mercado y servir como instrumento de desarrollo” De acuerdo a estas afirmaciones la banca pública tiene un doble papel dentro del sector bancario, por un lado es una herramienta del Estado para responder a la demanda de crédito que no puede ser abordado adecuadamente por el resto del sistema financiero y por el otro comprende una intervención activa por parte de la entidad en el proceso de otorgar financiación a sectores productivos de la economía para sus actividades de crecimiento.
En la misma línea, De Olloqui. (2013) señala que “los bancos públicos de desarrollo se basan en dos elementos: la participación pública en el sistema financiero y el objetivo esencial de proveer financiamiento para proyectos socio-económicos o que estén enmarcados dentro de una política pública nacional.” En relación a estos señalamientos, la función Banca Pública es la de contribuir en el logro de metas relacionadas con fomento del desarrollo socio-económico mediante el apoyo comercial a los proyectos emprendidos por el sector productivo del país. Según el Banco Interamericano de Desarrollo (BID: 2017) se entiendo por sector productivo “al conjunto de empresas que producen bienes y servicios y cuyas decisiones acostumbran a reflejar el interés privado” Así, los sectores productivos cumplen una función clave para el desarrollo económico de cualquier país, por su importante aporte a la creación de empleo, generación de ingresos, entre otras, significativas contribuciones.
Partiendo de lo anterior se desarrolla esta investigación cuyo objetivo fue analizar la gestión de la Banca Pública como como Aliada Estratégica del Sector Productivo del País.
Desarrollo
La finalidad de las políticas públicas es mejorar la calidad de vida de las personas y de la sociedad en su conjunto. Según Evalsed (2008), una política pública, es un conjunto de actividades (programas, estrategias, procedimientos, leyes, reglamentos) dirigido hacia un objetivo general.” Todo lo cual supone ofrecer oportunidades para que los ciudadanos y las organizaciones empresariales del sector productivo puedan crecer y desarrollarse. Así, en el caso de las personas, las políticas públicas deber estar orientadas a permitir el bienestar de los individuos, por medio de un trabajo digno, elevados salarios, acceso a una educación y salud de calidad, eficientes servicios públicos, entre otros y en relación al sector productivo, el acceso al financiamiento de sus proyectos económicos, constituye un elemento fundamental para el desarrollo y crecimiento de la economía de cualquier país a nivel global. En referencia al sector productivo, los Estados a través de la Banca Pública, atiende la demanda de financiamiento de las actividades de este fundamental sector de la economía.
En este sentido, la misión de la Banca Pública de acuerdo a Chirinos y Prieto. (2013) “es crear y desarrollar soluciones financieras y de valor para los clientes como usuarios a través de la entrega de productos y servicio adaptándolos a sus necesidades, garantizando el crecimiento y acceso de todas las personas a los servicios bancarios.” De lo afirmado por estos autores, se puede decir que el aporte de la Banca Pública al sector productivo cobra relevancia para que este sector pueda desarrollar y llevar a cabo sus metas. En el mismo contexto, Chirinos y Prieto. (2013) manifiestan que “lo cual sin duda obedece a su condición de banca de desarrollo, la cual se enfoca en aquellos agentes económicos que por su actividad y condiciones financieras no son sujetos de crédito de la banca privada.” Sobre este particular, el BID (2017) señala que:
La Banca Pública de Desarrollo puede jugar un papel central en la provisión de instrumentos financieros y no financieros, por ejemplo, fondos de crédito, garantías, seguros o asistencia técnica, destinados a segmentos y sectores productivos que, por fallas de mercado del sistema financiero, se encuentran hoy subatendidos.
En relación a esto mismo, Schachter (2016: p.173) señala que “mediante estas funciones, las instituciones financieras que promueven el desarrollo dejan de ser solamente fondos de ahorros, sino que se transforman en fondos de conocimiento que contribuyen a la toma de decisiones al interior de la firma.” De acuerdo con estos señalamientos, el otorgamiento de servicios de la Banca pública a través del aporte monetario y la asistencia técnica especializada al sector productivo, no solo contribuye a aumentar la capacidad financiera de la organización, sino que a su vez mejora su productividad, lo cual es fundamental hoy en día en el competitivo mundo de los negocios, que exige altos estándares de calidad y especialización en los bienes y servicios ofrecidos por el sector productivo. En este propósito, el mismo autor expresa que:
El otorgamiento de créditos no resulta suficiente para promover el desarrollo productivo, sino que es indispensable complementarlo con servicios no financieros hacia las firmas. Esto permitirá conformar un programa integral de crecimiento a través del aprendizaje, que pueda abarcar no solo dificultades crediticias, sino también las referidas a cuestiones tecnológicas, de administración o de inserción en mercados externos. Schachter (2016: p.176)
Es así que lo anteriormente manifestado por este autor, debe repercutir favorablemente y de manera directa para orientar las fuentes de financiamiento hacia un mejor el aprovechamiento de estos recursos aunado a las herramientas no financieras de apoyo, en las distintas etapas del desarrollo del proceso productivo, para propiciar el crecimiento económico sostenido de este sector junto, con el mejoramiento de la calidad de los bienes y servicios para que logren posicionarse competitivamente en el mercado nacional y extranjero. Siguiendo con Schachter (2016: p.174):
Esto hace que la provisión de servicios hacia las empresas en forma integral represente el auténtico valor agregado de una banca pública de desarrollo, dado que no solo incrementará la capacidad financiera de las empresas, sino que permitirá mejorar su productividad por medio de actividades que se ajusten a sus necesidades puntuales, como capacitación en áreas de negocios (contabilidad, planes de negocios y uso de instrumentos financieros) o el apoyo en la transferencia de tecnología o actividades de innovación y obtención de certificaciones.
En este mismo orden de ideas, en la región de América Latina y el Caribe (ALC), la contribución de la Banca pública ha sido un instrumento de apoyo para la consecución de proyectos en diversas áreas del desarrollo como: infraestructura, comercio y agricultura. De este modo, la Asociación Latinoamericana de Instituciones Financieras para el Desarrollo ALIDE (2018) señala que:
En los últimos diez años, los bancos de desarrollo (BD) de ALC se han ido consolidando como uno de los principales instrumentos para la implementación de un amplio conjunto de políticas públicas de financiamiento dirigidas al desarrollo productivo, inclusivo y sustentable de los países de la región.
En la misma línea, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL: 2017. p.6), indica que la banca de desarrollo (BDD):
Busca maximizar el beneficio social en un marco de salud financiera, el fomento de la expansión de capacidades productivas en la sociedad, contribuir a la estabilidad sistémica del Sistema Financiero (SF) y apoyar el desarrollo de políticas públicas enfocadas en la productividad”
En este mismo marco de ideas, este importante organismo internacional, también ha señalado con relación a las instituciones financieras públicas de América Latina que: “poseen alrededor del 20% de depósitos, portafolios de crédito, patrimonios o activos… opera en distintos ámbitos como exportaciones o mercados internos, desarrollo agrícola, etc.” En este contexto, De Olloqui, (2013) indica que: “el papel de la banca pública de desarrollo (BPD) en este esfuerzo es muy relevante tanto cuantitativa como cualitativamente.” Asimismo, la CEPAL (2017. P.5), ha expresado que:
Hay consenso en que el desarrollo de la región depende de la intervención del Estado con políticas de información financiera que podrían ser catalogadas como equivalentes a políticas de inserción productiva, ya que mejoren la productividad, la competencia y el crecimiento.
Es así como se pueden mencionar experiencias en políticas públicas de varias instituciones financieras públicas en el contexto mundial. A tal efecto, Heredia (2015) señala que: los Landesbank en Alemania, son responsables de la casi totalidad del crédito a las pequeñas y medianas empresas alemanas desde hace varias décadas. De manera similar, Estrada (2015) indica que: “la banca pública alemana también financia viviendas sociales e infraestructuras públicas, como escuelas, centros de tercera edad, etc. Actualmente la cuota de mercado de la banca pública alemana está en el 24%.”
Asimismo, Estrada (2015) indica que “el Banco Público de Dakota del Norte (BND) es paradigmático, es uno de los Estados de EEUU con menor nivel de desempleo, superávit presupuestario y una de las mejores calificaciones de deuda.” El mismo autor señala que: “en este banco, por ley, el Estado deposita todos los ingresos que recibe, su objetivo es impulsar la economía de Dakota del Norte y tiene prohibido invertir fuera del estado y dedicarse a actividades financieras especulativas.” Adicionalmente, señala que “la importancia de la presencia de una banca pública rentable y solvente en gran número de países europeos (Alemania, Francia, Suecia, Italia, Finlandia, Países Bajos, Suiza, Dinamarca, Noruega, etc.)”
En la región de América Latina y el Caribe (ALC) la banca pública está orientada a promover el crecimiento del sector productivo. Así, dentro del sistema financiero brasileño, el Banco Nacional de Desenvolvimiento Económico e Social (BNDES) ha sido, históricamente, la principal institución pública orientada al financiamiento de largo plazo para la realización de inversiones en los distintos sectores de la economía. En este marco, Schachter (2016: p.167) manifiesta que: “cabe señalar que durante 2013 esta entidad realizó desembolsos por $190 mil millones de reales (lo cual representa aproximadamente un 4% del PBI de Brasil), cuyos destinos predominantes fueron infraestructura (33%) e industria (30%)” Igualmente el autor señala que: “en cuanto a la distribución por tamaño de empresa, las grandes empresas recibieron el 61% del monto desembolsado, mientras que las micro y pequeñas empresas recibieron el 25%.” Por ello, el BNDES “ha representado un soporte fundamental para apoyar las estrategias de crecimiento y aumento de competitividad de las grandes empresas brasileñas.” Schachter (2016: p.167)
En lo tocante a la experiencia en Colombia, Schachter (2016: p.169) señala que la principal entidad financiera pública colombiana que puede asimilarse a la noción de “banco de desarrollo” es el Banco de Comercio Exterior de Colombia (BANCOLDEX). Del mismo modo este autor señala que: “la entidad destina en la actualidad el 40% de sus créditos a grandes empresas, 23% a Pymes, 10% a micro-empresas y 27% a otros.” Asimismo, esta entidad financiera:
Atiende crediticiamente a micro-empresas, Pymes y grandes empresas, incorporando programas de formación empresarial para las primeras dos e instrumentos de comercio exterior para las Pymes. Los programas de formación empresarial comprenden aspectos financieros, administrativos, legales y comerciales, mientras que los instrumentos de comercio exterior sirven de apoyo para tareas como el diseño de un plan de exportación, el estudio de mercados externos, la adecuación de procesos para satisfacer estándares internacionales, o la participación en ferias o misiones comerciales, entre otras. Schachter (2016: p.169)
En el caso de Chile, el principal banco público de dicho país destinado al financiamiento del desarrollo es el BancoEstado. Así de acuerdo a la Memoria Anual BancoEstado (2013) esta entidad financiera pública “brinda asistencia integral a empresas e individuos, destacándose su creciente rol de apoyo a las micro-empresas.” Asimismo, BancoEstado registra una participación de mercado del 15% en préstamos a Pymes y un 6% en préstamos a Grandes Empresas.”
Por su parte en Ecuador, “según la Superintendencia de Bancos, los bancos constituyen el mayor y más importante participante del mercado con más del 90% de las operaciones del total del sistema.” Igualmente en el documento de la Oficina Económica y Comercial de la Embajada de España en Quito, (ICEX:2018) denominado Sector Financiero de Ecuador, se indica: “el importante papel del Banco de la Seguridad Social (BIESS) como actor destacado en el segmento del crédito hipotecario.” De manera similar, en el mismo documento se expresa que: “la Corporación Financiera Nacional, el Banco de Desarrollo o BanEcuador. “Su principal función es apoyar y fomentar el desarrollo de la economía popular y solidaria en el país ofreciendo créditos bajo unas condiciones de financiación más accesibles.”
Todo lo anteriormente señalado permite afirmar que el sector productivo a nivel mundial, constituye un pilar fundamental, donde se sustentan las bases económicas de todos los países. Por tanto, dentro de las políticas públicas de los Estados, el apoyo financiero a través de la Banca pública a estas organizaciones es vital para su desarrollo y crecimiento.
Conclusiones
El desarrollo de las naciones depende de la intervención del Estado a través de políticas públicas enfocadas en la productividad. Entre ellas, el financiamiento del sector productivo a través de la Banca Pública, contribuye de manera importante a promover el crecimiento de estas organizaciones que son claves para el bienestar económico y social de cualquier país.
En consecuencia, la experiencia en diversos países a escala global deja en evidencia que una Banca Pública rentable y solvente, se convierte en un factor capaz de actuar de apoyo y crear soluciones financieras y de valor en la provisión de instrumentos financieros y no financieros, como fondos de crédito, asistencia técnica, apoyo tecnológico, planes de negocio, entre otros, que se ajusten a los requerimientos de aquellos sectores productivos que no han sido atendidos por fallas en el mercado financiero tradicional.
De tal forma, que las fuentes de financiamiento monetarias y las herramientas de apoyo no financieras ofrecidas por la Banca pública al sector productivo, se convierten en instrumentos importantes para un mejor aprovechamiento de estos recursos en las diferentes fases del proceso de producción, el cual propicia el crecimiento económico sostenido junto, con el mejoramiento de la calidad de los bienes y servicios, de tal manera que las organizaciones productivas puedan lograr posicionarse competitivamente en el mercado nacional y extranjero. Es así como, el tener un entorno económico estable es una base necesaria sobre la cual se sustenta cualquier proceso de desarrollo económico de cualquier nación del mundo.
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